En 2010, Maria Patricia Acosta Mariño, inició su trayectoria en CHRISTUS MUGUERZA como becaria realizando un proyecto de evaluación de equipamiento médico en el área de cirugía de Hospital Alta Especialidad.

Tras egresar de licenciatura, Patricia aplicó para liderar el departamento de Biomédica en Hospital Vidriera, puesto que desempeñó hasta 2015, cuando llegó a Corporativo como Gerente de Biomédica.

En 2018, Patricia formó parte de la primera generación del diplomado de Mujeres Líderes CHRISTUS. Al recibir la invitación, sintió una gran curiosidad en este proyecto y tuvo la certeza de que este espacio le ayudaría a ser más consiente del liderazgo femenino y, con ello, aumentar su desarrollo personal y profesional.

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Durante 9 sesiones, Paty, como la conocen sus compañeros, tuvo la oportunidad de aprender de diversos temas como gestión del cambio, habilidades de comunicación y desarrollo de estrategias, de las cuales aprendió nuevos procesos para poner en práctica en su día a día.

Gracias a este diplomado, Paty ha aprendido a ser parte de una “tribu” en la que sigue encontrando apoyo, asimismo se ha convertido en una mujer que alienta a las demás a prepararse, tener seguridad en sus decisiones y que puedan abrirse camino profesional en lo que más les guste. A su vez, es ahora una fiel portavoz del combate a la desigualdad de género, una situación que está convencida es responsabilidad de todos y todas combatir.

“Crecí en esa conciencia de enfatizar las características propias de mi género en las actividades que realizo en el día a día, tanto en la parte personal, como en la profesional. Tener una mayor seguridad de mis capacidades y mejorar las competencias de liderazgo y comunicación, principalmente”, comenta Paty.

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Además del diplomado de Mujeres Líderes, Paty se ha sentido abrigada por CHRISTUS MUGUERZA y por el ejemplo de sus líderes quienes la han impulsado a su desarrollo profesional y a abrirse paso en cualquier camino, por más difícil que éste parezca.

Hoy, Patricia considera que, en algunas ocasiones, las principales barreras para que las mujeres crezcan profesionalmente puede ser una falta de seguridad y el que las organizaciones no den la oportunidad de demostrar cuáles son sus fortalezas, por ello, recomienda a todas sus compañeras a tomar éste y el resto de los cursos que la organización pone a disposición de sus Colaboradores, pues diplomados como Mujeres Líderes llevan a la reflexión, al autoconocimiento y a conocer otras mujeres igual o más impresionante, algo que totalmente vale la pena.

“Agradezco e incentivo a que se hagan más de estos diplomados para todos los niveles de la organización, estoy segura que aceleraría la excelencia del Sistema”, expresa.

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