A 12 años de ser diagnosticada con Parkinson, Candice Rosenberg de 73 años, una mujer nacida en Nueva York, encontró en Hospital Faro del Mayab, en Mérida, la posibilidad de mejorar drásticamente su calidad de vida tras someterse a un procedimiento recomendado por el Dr. Roberto Leal Ortega, neurólogo y especialista en trastornos del movimiento y en la enfermedad de Parkinson, en Hospital Faro del Mayab.

En entrevista, Candice recordó que la enfermedad de Parkinson estaba tan avanzada en su cuerpo al grado de sufrir dolores “insoportables” en espalda y rodillas.

Además, los temblores y la dificultad para controlar sus movimientos corporales eran cada vez mayores, aún y cuando, consumía medicamentos fuertes para mejorar su estado de salud, explicó.

Fue entonces que, cansada de sufrir los síntomas de la enfermedad, así como los efectos secundarios por el consumo excesivo de medicamentos, Candice comenzó a investigar nuevos hospitales en los que pudiera encontrar tratamientos más efectivos para su condición.

Agregó que, por recomendaciones de una doctora radicada en México, fue que decidió viajar desde su país hasta la ciudad de Mérida para conocer al Dr. Roberto Leal, momento que Candice recuerda como el mejor día de su vida.

“Ese fue el mejor día de mi vida, el momento en que lo conocí. Él fue tan observador desde la primera consulta, de hecho, me sorprendió porque observaba cuidadosamente cada movimiento”, dijo Candice.

Por su parte el Dr. Roberto Leal, explicó que el padecimiento de Candice “afectaba mucho su calidad de vida” ya que los fármacos no lograban controlar sus temblores, así como otras manifestaciones del Parkinson.

Cirugía de estimulación cerebral profunda, una alternativa para quien padece Parkinson

De acuerdo con el Dr. Roberto Leal, el procedimiento al que fue sometida Candace consiste en colocar dos pequeños electrodos en la parte profunda del cerebro, a través de los cuales se liberan estímulos eléctricos producidos por un “marcapasos” que va por debajo de la piel, este dispositivo colocado a la altura del pecho llega hasta la parte profunda del cerebro a través de un electrodo muy delgado.

“Este marcapasos es un generador de impulso eléctrico a través de cables que van escondidos por debajo de la piel, llegan hasta la parte de arriba del cráneo y después a través de un electrodo delgadito hacia la parte profunda del cerebro”, explicó el neurólogo del Hospital Faro del Mayab.

Previo a la cirugía, es necesario practicarle al paciente una serie de estudios en los que se analizan sus estructuras neuronales y se realizan cálculos para reducir el margen de error durante el procedimiento, un recurso utilizado por el personal médico del Hospital Faro del Mayab para garantizar el cuidado, seguridad y atención hacia sus pacientes.

La vida de Candice después de la cirugía

Tras la cirugía, el dolor y los temblores de Candice se redujeron de manera muy significativa, una sensación a la que ella calificó como “una nueva vida”.

“La prueba es que ya no tiemblo, no tengo más dolor en mi cuerpo. Después de esta cirugía me volví una nueva persona. Es como vivir en el cuerpo de antes que tuviera Parkinson”, expresó conmovida Candice.

Para el Dr. Roberto Leal el éxito de esta cirugía radica en el seguimiento clínico que se les da a los pacientes, dijo que los candidatos a esta cirugía son aquellas personas con un diagnóstico de Parkinson que sufren temblores avanzados y a quienes el medicamento ha dejado de surtir efecto, tal y como el caso de Candice.

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La cirugía de estimulación cerebral profunda puede practicarse en pacientes con un diagnóstico de Parkinson de 4 a 5 años atrás. Sin embargo y, como en el caso de Candice, también se puede practicar en pacientes diagnosticados hasta 12 años atrás y, aún así, brindar resultados muy positivos.

Roberto Leal señaló que a medida que la población envejece los casos de Parkinson seguirán en aumento, de ahí la importancia de llevar el acceso a esta cirugía a cada vez más personas y que historias como la de Candice puedan ser un testimonio de esperanza para quienes padecen Parkinson o que tienen seres queridos con esta enfermedad.

“Yo enserio les pido que si conocen a alguien que padece Parkinson, lo inviten a considerar este procedimiento, especialmente aquí en Mérida, el Hospital Faro del Mayab es algo especial, desde el equipo de trabajo, hasta los enfermeros y los doctores, todos son muy amables, te dicen que van a cuidar de ti, y te lo dicen de verdad, yo lo sentí y eso es importante. Hay un sentimiento de confianza. No tengo palabras para decir lo asombroso que son los doctores.”, apuntó Candice.