Desde hace 32 años, María Lucía Lara Martínez forma parte de la Congregación Hermanas de los Pobres Ciervos del Sagrado Corazón. Lo cual, hoy en día, le permite desempeñarse como Coordinadora de Pastoral de la Salud en la Clínica Cáritas Lafón, en Saltillo.

En 2017, María Lucía inició su servicio en nuestra clínica, lo cual le ha traído grandes satisfacciones en su labor. Entre sus principales funciones se encuentran acompañar a Colaboradores, pacientes y familiares durante su estancia en la clínica o brindarles apoyo y consuelo cuando ellos atraviesan por alguna situación difícil.

Asimismo, brinda acompañamiento a un grupo de 20 adultas mayores que viven en condición de vulnerabilidad, a quienes les brinda tiempo de escucha. Durante su estancia en Clínica Cáritas Lafón, ha creado distintas estrategias para recaudar fondos y ayudar a las personas que no pueden pagar sus medicamentos o consultas.

“Lo que más me gusta es acompañar a mis compañeros y a las abuelitas y poder apoyar a las personas cuando veo que no tienen los recursos. Hacemos algo de cositas para reunir fondos y ayudar a las personas, por ejemplo, cuando que les falta cierta cantidad para completar sus medicamentos o que no traen para la consulta, les completamos”.

Además de brindar acompañamiento y apoyo, María Lucía también brinda su apoyo al personal de Laboratorio, realiza encuestas para conocer la satisfacción de los pacientes en la clínica, además de crear talleres antiestrés para los Colaboradores y que, de esta manera, se pueda brindar un mejor servicio a los pacientes.

“Últimamente se ha visto mucho más la disponibilidad de todos los compañeros. Cada uno en su área, esa es una experiencia muy padre que hemos vivido últimamente porque todos estamos poniendo lo que está de nuestra parte para dar un mejor servicio y también de calidez para con las personas”, explicó.

20 años de servicio

A 20 años de servicio de Fundación Adelaida Lafón, María Lucía agradece la oportunidad de ser parte de este ministerio, el cual ha completado su vida espiritual y la ha llevado a vivir experiencias inigualables de amor al prójimo a través de la misión de extender el Ministerio Sanador de Jesucristo.

“Yo me siento muy contenta, me siento realizada, siento que esta experiencia cubre con todas las expectativas que yo tengo como consagrada, como mujer, como persona e invitarlos a seguir dando lo mejor. Cada uno desde el lugar donde estamos seguir dando lo mejor.

“La misión es enorme, pero con los brazos de todos lo vamos logrando, cuando cada uno de nosotros vamos logrando lo que está de nuestra parte, vemos crecer esta fundación y vemos la presencia de Dios en nuestra actuar, y la gente lo percibe, la gente cuando viene se va feliz del trato, de las oportunidades que tienen aquí, creo que es algo para mí muy hermoso y muy grande”, expresó.