El hombre no solo es físico, si no también es mental, social, espiritual y trascendental. Cada una de estas áreas nos invitan a reflexionar que no somos seres individuales estáticos sino que somos seres que vamos en busca de satisfacer nuestras necesidades: necesidades fisiológicas como la alimentación o el dormir; necesidad de seguridad de sentirnos protegidos, confiados en nuestro entorno; necesidad de aceptación y afecto de quienes nos rodean; necesidad de respeto de reconocimiento y por último necesidad de autorrealización logrando metas, superándonos o solucionando nuestros problemas. Incluso existen teorías psicológicas que mencionan estas necesidades como base importante para nuestro equilibrio.

Hoy hablaremos sobre esta cuarta necesidad, la necesidad de reconocimiento y su importancia en el área de trabajo. Si nosotros cubrimos las primeras tres necesidades como: estar saludables, tener un empleo, una familia, contar con amigos y sentir afecto, te darás cuenta de que comenzará a aparecer una necesidad de ser tomados en cuenta por todos ellos. Esta necesidad aparece porque forma parte de nuestra autoestima, recordemos que la forma en cómo nos miramos y qué pensamos de nosotros, nos va a ir motivando al crecimiento personal. Y te lo explico de esta manera:

Yo me siento seguro y me pienso valioso, pero al estar en contacto con otros, es decir con la sociedad (familia, trabajo, amigos, etc.), necesito reforzar quién soy y cómo soy a través de ellos… y si no cumplimos con esta necesidad, nos comenzaríamos a sentir inferiores, sin valor, sin importancia. En pocas palabras a través de la forma en que los demás me tratan, alimento mi autoestima.

El reconocimiento cubre nuestra necesidad de respeto, de estatus, de dignidad, de atención y también las necesidades de autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad; si obtenemos esto en nuestra familia, o con nuestros amigos o en el trabajo, estaremos dedicando tiempo de calidad al grupo que nos cubra estas necesidades.

¡Hagamos esta actividad!

Ahora bien, imagina que te despiertas temprano y te dispones a arreglarte para ir a tu trabajo, llegas con mucha energía y con ganas de imprimir tu ser en todas las actividades, estas en tu área con tu mejor cara y en tu turno todo lo que has hecho ha sido satisfactorio, ¿qué pensarías si tu jefe no llega a felicitarte o agradecerte por tu labor y cumplimiento? o ¿si tus compañeros de trabajo simplemente dejan pasar de largo tu calidad de trabajo? ¿cómo te sentirías?, seguramente nuestro compromiso entrará en juego y nos diremos “no es necesario que lo hagan es mi trabajo”, sin embargo, a la larga, no recibir ninguna señal de que tus acciones son valiosas, los sentimientos de desmotivación comenzaran y la idea de no ser “bueno” o importante en lo que hacemos nos ganará; por lo que tu rendimiento puede que disminuya y aparezcan pensamientos como “¿para qué esforzarme si no se me toma en cuenta?” “solo quiero ir a trabajar mi turno y retirarme rápidamente”.

En cambio, imagina que te encuentras trabajando y tu jefe te agradece, premia tu dedicación, tus compañeros comienzan a preguntar tus opiniones o te hacen ver lo que aportas en tu equipo (como tus conocimientos o experiencias); te invito a que cierres tus ojos e imagina este escenario o recuerda algún momento similar que te haya sucedido, ¿lo sientes? Inmediatamente aparece esa sonrisa de satisfacción y la sensación de estar en el lugar correcto para nosotros, lo que nos hará fortalecer nuestro compromiso y con más ganas de seguir esforzándonos para cuidar y continuar en ese lugar o en donde hay personas que valoran mis conocimientos, toman en cuenta mis esfuerzos y me hacen sentir importante.

El reconocimiento en nuestro entorno de trabajo es, como yo la llamo, la gasolina para ser mejor y continuar creciendo en lo que hago.

Te invito a practicar el reconocimiento con tus compañeros, puede ser que reconozcas el detalle más pequeño, todo reforzador por más mínimo que parezca puede motivar al otro, inténtalo y comenzarás a notar cambios positivos. Visita Mi Espacio CHRISTUS y otorga una insignia de reconocimiento a tus compañeros.

Información de la autora: Danae Morales es Licenciada en Psicología y, actualmente, se desempeña como una de nuestras psicólogas en el Programa de Atención y Escucha en Hospital Vidriera, Hospital Sur y la División de Servicios No Hospitalarios.