La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el acoso laboral o mobbing como el comportamiento agresivo y amenazador de uno o más integrantes de un grupo, hacia un individuo en el ambiente de trabajo. Este acoso tiene como objetivo producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el empleado hasta que éste renuncie o sea despedido.

Según la OMS, existen cinco condicionantes que nos ayudan a detectar la presencia del mobbing, éstas son:

  • El acoso no debe ser un suceso puntual, debe prologarse, al menos, seis meses.
  • Debe suceder, como mínimo, una vez a la semana.
  • Debe existir una víctima concreta, es decir, que no sea simplemente una situación de mal ambiente laboral generalizado.
  • No debe ser consecuencia de la conducta de la víctima.
  • Que el acosado no muestre un trastorno de personalidad previo, con historial de conflictividad.

Quizás cuesta trabajo entender cómo, sin darse cuenta, alguien puede llegar a estar en una situación de acoso laboral. En la mayoría de los casos de violencia y/o acoso la víctima no es consciente de lo que pasa hasta cuando lo comparte con los demás.

Entonces, ¿qué podemos hacer para no vivir una situación de violencia laboral, y si, por alguna razón, estuvieras en esta, cómo salir ileso? Aquí te platico:

  1.  Mantén tu estima saludable

Sé atento contigo mismo. Saber nuestros alcances, tiempos de respuesta a las demandas del entorno, capacidad de resolución de conflictos, es conocernos y valorarnos para validar o rechazar lo que recibimos del exterior. De esta manera, al conocernos, será posible defendernos.

  1. Sé asertivo

Di lo que piensas y sientes sin agredir a otros, dilo de la misma forma en la que respetas y buscas ser respetado por los demás. Para lograrlo es necesario usar un estilo de comunicación claro, preciso y, en el contexto laboral, separar los temas laborales de los personales.

  1. Maneja el estrés adecuadamente

El estrés es una respuesta ante el proceso de responder a las demandas de nuestro entorno psicosocial, así que no podemos librarnos de él. En todo caso necesitamos hacernos sus aliados y aprender a vivir con él, pero no a un costo alto, más bien usarlo como un trampolín para lograr sacar lo mejor de nosotros, es decir, desarrollar recursos que nos permitan liberar la tensión del día a día y evitar su acumulación.

  1. Crea redes de apoyo emocional

Hablar de lo que te pasa puede hacer la diferencia, pues al recibir el punto de vista de otras personas puedes reducir la tensión del día. Crear redes de apoyo implica, si así lo deseas, buscar ayuda profesional para de esta manera identificar más fácilmente lo que es el acoso.

  1. Establece y mantén límites claros

En toda relación es necesario establecer límites que nos permitan relacionarnos con los demás, con ello sabremos hasta donde podemos llegar con alguien más en temas personales; la forma en la que bromeamos, discutimos nuestras opiniones, e incluso, abordamos temas de religión, política y equipo favorito de fútbol

La violencia en el trabajo genera en sus víctimas enfermedades emocionales, pérdida del empleo, problemas de salud física y conflictos interpersonales que no sólo la afectan a ella, sino también a su familia y a su equipo de trabajo.

Evitar que en nuestro trabajo exista el acoso laboral o mobbing depende de nosotros, y lo podemos lograr si aprendemos a querernos, cuidarnos y a relacionarnos con los demás respetuosamente.

Recuerda que en el Programa de Atención y Escucha estamos siempre listos para atenderte.