En 2003, Sandra Ceniceros Guillén inició su historia laboral en CHRISTUS MUGUERZA. La primera posición que ocupó fue en Hospital Alta Especialidad. Posteriormente, laboró en el área de sistemas de Corporativo, seguido del área de proyectos en Hospital Del Parque.

Gracias a su impecable labor, Sandra fue ascendida a directora general de Hospital Conchita, puesto en el que se desempeña actualmente. Estar en esta posición de liderazgo la ha llevado a seguir con su preparación y, sobre todo, a seguir reuniendo herramientas que contribuyan a que otras mujeres crezcan y se desarrollen personal y laboralmente.

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Así, en 2018, Sandra aceptó la invitación a participar en el diplomado Mujeres Líderes CHRISTUS. Sandra formó parte de la primera generación de este diplomado, el cual durante varios módulos le ayudó a conocer más a sus compañeras y aprender nuevos procesos para fortalecer su manera de liderar.

Gracias a este diplomado, hoy Sandra se considera una mujer más empática, que entiende que todos somos vulnerables y, sobre todo, disfruta más de su liderazgo y de ser mujer.

“Entendí que no debo de demostrar nada, ni trabajar más sólo por ser mujer, ¡Ahora lo disfruto más! Aprendí a ser más empática y entendí que todos tenemos nuestros miedos internos que muchas veces no ayudan solo nos paralizan”, comenta Sandra.

Para Sandra, aún en la actualidad existen barreras que impiden el crecimiento de la mujer. Una de ellas recae en nuestro entorno cultural donde falta aceptar y reconocer las habilidades de las mujeres y hombres.

“Es un tema cultural de ambos géneros, donde debemos de reptarnos y aprender uno del otro y aprovechar las habilidades que tenemos ya dadas por ser mujeres o hombres”, expresa.

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Por ello, recomienda a sus compañeras realizar este diplomado, pues además de conocer a más mujeres, también ganarán las herramientas para abrirse camino en el mundo laboral y seguir luchando por una sociedad más igualitaria.

“Creo que desafortunadamente existe mucho trabajo por seguir haciendo para poder trabajar ambos (hombres y mujeres) a la par y obtener las mismas posibilidades, así como los salarios que son diferentes. Las mujeres debemos de aprender a entrar a este mundo y los hombres darnos la oportunidad de entrar. No nos vamos a arrepentir todo es un balance”, explica.