Sonia Quintero es la jefa de laboratorio de CHRISTUS MUGUERZA Hospital San Nicolás. Su carrera inició hace 8 años cuando entró a laborar al entonces llamado Hospital Zánitas.

Su trayectoria empezó como química de laboratorio y gracias a su esfuerzo y a la entrega con la que realizaba su trabajo, fue promovida para ocupar el cargo de responsable sanitaria, puesto que le demandaba administrar el laboratorio y liderar un equipo conformado por técnicos y químicos.

Lejos de que estas nuevas funciones le parecieran difíciles, Sonia las recuerda como retadoras, ya que le exigían dejar de lado la parte operativa y empezar a ejecutar funciones administrativas.

Años más tarde, un nuevo reto profesional tocó su puerta. En octubre de 2018, el Hospital Zánitas, se integró al Sistema de Salud CHRISTUS MUGUERZA, ahora, bajo el nombre de Hospital San Nicolás. Sonia decidió quedarse en esta familia y continuar trabajando por ese laboratorio al que ella refiere como una de las áreas que tiene mucho que dar.

“El laboratorio tiene mucho que dar como para quedarnos a mitad de camino. Lo vimos como un área de oportunidad pues CHRISTUS MUGUERZA es algo muy grande, es un monstruo a nivel nacional y es una plataforma para nosotros, para mejorar lo que tenemos o modificar cosas para que obviamente le funcionan mejor al grupo”, explicó.

Adaptarse a una nueva cultura organizacional no ha sido sencillo, sin embargo, menciona que es la empatía y el trato cálido de quienes son parte de CHRISTUS MUGUERZA quienes han hecho que esta transición sea más llevadera y que la motiva a responder de esa misma manera.

“Han sido muy empáticos, muy cálidos y muy amables en los diferentes hospitales, han estado muy atentos (…) Nos han abierto las puertas y eso a la vez también te da una responsabilidad de responderles de la misma manera”, expresó.

Sonia Quintero al lado de dos integrantes de su equipo de trabajo.

Un nuevo comienzo

“Para mí es como empezar, no de cero, pero sí casi de inicio”, es lo que menciona Sonia respecto a la llegada de CHRISTUS MUGUERZA a su vida, pues esto le ha implicado cambiar su enfoque hacia una nueva misión y ejercer un liderazgo sobre su equipo basado en nuestros valores.

“Es un reto muy grande, es una misión diferente, son valores diferentes y pues es empaparnos nuevamente.

“Cuando nos enseñaron la misión, la visión, los valores fue de ‘ok’. Ahora tengo que cambiar el chip, tengo que predicar con el ejemplo para que los Colaboradores puedan hacer lo mismo. Para mí es una responsabilidad muy grande, es un compromiso y ahora que ya sé cómo es la misión y la visión, pues tengo que aplicarlo y predicar con ello”, explicó Sonia.

Una de sus principales motivaciones en esta nueva etapa es la oportunidad de que tanto ella como su equipo de laboratorio pueda recibir capacitaciones, pues para ella la preparación constante es vital para brindar una atención de calidad a los pacientes.

“La gente siempre está ávida de querer saber más, las pruebas de laboratorio están cambiando y los resultados también, entonces es necesario que ellos estén actualizados y mientras les den la capacitación, pues obviamente para mí habrá más tranquilidad porque eso significa que estamos entregando algo confiable”, dijo.

Para Sonia, el eje principal de este nuevo comienzo radica en el agradecimiento. Está convencida que la gratitud hacia las experiencias pasadas y estar abierta a un nuevo aprendizaje la harán crecer como profesionista, y, sobre todo, como persona para ayudar y brindar un trato cálido a quienes buscan mejorar su salud en Hospital San Nicolás.

“Hay que ser agradecidos con lo que fuimos, con lo que somos y con lo que pretendemos ser. Una vez que tengamos buenas bases, buenos cimientos, lo demás va surgiendo solito. Agradecer todo lo que tuvimos y agradecer porque nos están dando la oportunidad de que un grupo nuevo nos está abriendo las puertas. Tenemos que aprovechar esta oportunidad, entonces, hay que absorber, como esponjas, toda la información que podamos para dar un servicio cálido y de confianza a nuestros pacientes”.