Tras haber superado la enfermedad de COVID-19, César Eugenio Saucedo decidió convertirse en un donador altruista de plasma convaleciente. De esta forma, ha contribuido a que personas que enfrentan casos graves de esta enfermedad puedan tener otra alternativa de tratamiento.

Con 34 años, César ha donado 11 veces plasma convaleciente y una vez ha donado sangre. Tomar esta decisión surgió de la necesidad de ayudar a miles de personas que enfrentan la enfermedad de COVID-19.

“Por la necesidad que existía en ese momento a nivel global, sentí la obligación de apoyar con mi granito de arena”, comentó César.

Estas donaciones las ha realizado en el Banco de Sangre de  Hospital Alta Especialidad, donde explica que el proceso fue rápido y seguro, ya que le realizaron pruebas diagnósticas para descartar la presencia de virus.

“La primera vez (de la donación de plasma convaleciente) fue de 4 horas aproximadamente, ya que te hacen un análisis de anticuerpos, después un PCR para descartar presencia del virus, y después la donación. Después fue más corto, tomando alrededor de 2 horas todo el proceso”, explicó.

En el Banco de Sangre de CHRISTUS MUGUERZA y Fundación Adelaida Lafón reconocimos la solidaridad de César y le entregamos un diploma al cumplir sus 11 donaciones de plasma convaleciente.

Vivir la experiencia de la donación de plasma convaleciente y de sangre ha cambiado la forma en que César ve la vida, ahora siente ese poder de ayudar a los demás y transformar este mundo en uno más solidario.

“Definitivamente, estoy convencido que, si damos algo de nosotros, el mundo puede ser mejor. Me siento contento de poder ayudar, y ser ejemplo para mis hijos”, mencionó.

Al haber donado plasma y sangre, César hace un llamado a la empatía y pide a las personas crear conciencia sobre esta actividad altruista que salva vidas.

“Mucha gente necesita sangre en algún momento de su vida, y es muy probable que lleguemos a requerir este servicio. Haz lo que te gustaría que hicieran por ti. Seamos empáticos”, expresó.