A 10 años de ser parte de nuestra gran familia, Héctor Hugo Vega Rodríguez, jefe del departamento de Ingeniería Biomédica en CHRISTUS MUGUERZA Hospital Sur, entendió que seguir su mayor inquietud de la infancia, la medicina, lo ha llevado a descubrir su mayor inspiración: ayudar a los demás.

“Me inspira mucho saber que ayudamos a muchas personas, tal vez indirectamente, pero que somos parte de una cadena de ayuda para nuestros pacientes”, comentó.

Día tras día, Héctor es el encargado de asegurarse de que los aparatos médicos de Hospital Sur funcionen correctamente. Conoce cada pieza de ellos y es capaz de pasar largas jornadas arreglando cualquier desperfecto en los mismos.

“Es un hospital que va corriendo, crece bastante rápido y el departamento siempre tiene que estar en sincronía con el hospital o un poquito más adelante”.

Héctor confiesa que su área favorita en el hospital es Urgencias, ya que es ahí donde puede observar cuando los pacientes llegan y son atendidos por el personal médico y de enfermería con aparatos que alguna vez él y su equipo revisaron.

“Me gusta mucho estar en el área de urgencias, ahí hay pacientes que llegan y veo que los están revisando. En cierto momento, por nuestras manos o por nuestra administración, pasó ese equipo y sabemos que está bien revisado y que ahora es una parte de la atención que se da al paciente”, dijo.

Además de ser un as de la reparación de equipo tecnológico, es también un gran maestro, pues uno de sus mayores logros, como él dice, ha sido preparar a los más nuevos del departamento para que aprendan y se desenvuelvan con mayor seguridad en el trabajo.

“Yo creo que mi mayor logro ha sido formar cerca de cuatro o cinco ingenieros que actualmente están en otras unidades de servicio trabajando como ingenieros biomédicos. Entraron como practicantes, se desarrollaron aquí (Hospital Sur) y hoy están en otros hospitales del sistema”, recordó.

Estos 10 años en Hospital Sur han significado para Héctor un gran reto en el que constantemente se ha preparado profesionalmente para, como él dice, “estar a la altura de lo que el hospital requiere”.

Más allá de los retos, Héctor está convencido de que ser parte de CHRISTUS MUGUERZA ha sido un gran acierto; cada día aprende, comparte a los demás sus conocimientos ayudándolos a ser mejores profesionistas, y, sobre todo, ha cumplido ese sueño que tenía de niño: devolver la salud a las personas.