¿Quién no tiene problemas en esta vida? Actualmente, todos tenemos problemas que ponen en riesgo nuestro bienestar emocional en nuestro día a día, pero la clave está en aprender a dejarlos por un rato a un lado y no llevarlos con nosotros a todas partes, ya que esto podría afectar las demás áreas de nuestra vida causándonos aún más problemas, estrés o tristeza.
Todos debemos tomar conciencia del desgaste que nos causa llevar los problemas encima 24 horas al día, definitivamente acabaremos agotados, cansados y sin ganas de continuar. Preocuparse no soluciona los problemas, pero sí quita la paz que puedes lograr en tu día.
¿Alguna vez has escuchado la frase “no lleves tus problemas del trabajo a casa”? seguramente sí, de igual manera deberíamos de escuchar igual de seguido: no lleves tus problemas familiares al trabajo, a la comida con tus hijos, a las reuniones de amigos etc. porque dañan las actividades realizadas, e incluso, pueden dañar a las personas que te rodean.
El cargar constantemente con nuestros problemas familiares, que son más comunes de lo que te imaginas, tarde o temprano acabará con una explosión en otra área.
La mayoría de las personas gastan más tiempo y energía hablando del problema familiar que resolviéndolos. Todos tenemos formas de tomarnos las cosas, a veces es imposible no traer esos pensamientos con nosotros, pero lo que sí podemos hacer es administrarlos de manera más inteligente sin permitir que acaben con nuestras energías o equilibrio.
No debemos de hacer de los demás un buzón de quejas familiares, al hacerlo solamente te alimentas de cosas negativas. Distraernos y hablar de otros temas ayudan a bajar el estrés.
Llevar los problemas familiares que tenemos a nuestras demás actividades puede acabar alejándonos de las demás personas, ya que en muchas ocasiones nuestros compañeros de trabajo o amigos buscan un tiempo de recreación o relax y, en muchas ocasiones, no quieren ser un hombro para que nos desahoguemos.
Otro claro ejemplo de lo que nos afecta cargar nuestros problemas es que muchas veces llevamos la crisis de casa al trabajo y dejamos que irrumpa en nuestros espacios y ambiente laboral, esto crea que nuestro rendimiento baje y nuestra productividad se vea afectada porque nuestro estado de ánimo no es bueno, ojo, no causemos aún más crisis o incluso causemos nuestro despido.
Algunos consejos que podemos seguir para lograr despegarnos de nuestros problemas y dejarlos en casa son:
- Despidiéndote de ellos al salir, sí, como se escucha, poner tu mente en blanco al salir de casa.
- Distrayéndote con música.
- Llegar a platicar de otros temas con las demás personas, buscar temas que no toquen ese punto débil nos ayudará a que no nos arruine todo el día completo, aunque sea un problema muy grande debemos ponerle pausa para tener un mejor día.
- Otra forma de superar un momento la crisis es no llegar a un lugar y querer seguir resolviendo el problema, pelear o discutir en el celular. Por ejemplo, si el problema que tenemos en casa es con nuestra esposa o esposo y al llegar al trabajo quieres seguir peleando esto definitivamente no te ayudará a tener un mejor día. Dejar el celular a un lado y acordar llegar a casa a hablar de la situación es un consejo que nos ayudará a distraernos, calmarnos, pensar con la cabeza fría, no buscar más problemas, e incluso, llegar a una buena solución más tarde.
- Mantenernos activos nos ayudará a olvidar por un momento la situación familiar que nos desgasta. Tener mucho tiempo libre nos hace vulnerables a estar pensando de manera muy negativa, distraernos con trabajo, ejercicio o actividades con amigos definitivamente nos ayudará a lograr un equilibrio a pesar de los problemas. Desconectar tu cerebro es el mejor antídoto para encontrar una nueva forma de reconectarse con la familia.
Existen situaciones personales difíciles de afrontar, hay muchos momentos que ni con consejos o actividades uno se puede olvidar de lo que pasa en casa. Cuando sintamos que esa carga es más fuerte que nosotros y si está afectando las demás áreas de nuestra vida es importante levantar tu mano y buscar ayuda con un profesional.
Recuerda que lo más importante es saber que la felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de lidiar con ellos y buscar que tu día sea positivo y tranquilo, es ahí como nos acercamos al camino del equilibrio emocional.